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El vicepresidente de Lanús asegura que el club es «un gran ejemplo y un foco opositor a la privatización de los clubes argentinos”

Por Federico Arcelli.

El vicepresidente primero del Club Atlético Lanús, Luis María Chebel, en diálogo con La Unión de Lanús, se pronunció en contra de la nueva avanzada hacia las sociedades anónimas deportivas, que busca imponerse desde el gobierno nacional. “Los clubes en manos de sus socios reflejan los valores y la concepción de grupo que cumplen un rol fundamental en la sociedad. La llegada de capitales externos generará desigualdad y desinterés por lo que no es redituable, y eso no lo podemos permitir”, afirmó en nombre de la institución.

La ciudad de Lanús lleva en sus genes una historia de lucha y crecimiento desde la humildad en el barrio, con los inmigrantes italianos y españoles. Sin lujos ni extravagancias, sus casi 600 mil habitantes emergen un enorme sentido de pertenencia por esta ciudad del conurbano bonaerense, que limita con el sur de la Capital Federal. En 1944 se fundó Lanús como municipio, pero un 3 de enero de 1915, nació Lanús como club.

El Club Lanús transita el momento más importante de su historia, tanto en lo deportivo como en lo institucional. Con un polideportivo de 23 hectáreas, donde se encuentra el estadio de fútbol; dos sedes y un anexo, los 30 mil socios disfrutan de diversas actividades profesionales y amateurs. Desde lo deportivo, el Granate cosechó nada menos que seis títulos en los últimos 20 años, de los cuales tres de ellos se efectuaron en tan sólo nueve meses, entre 2016 y 2017. Además, alcanzar la final de la Copa Libertadores 2017, el torneo continental más importante por excelencia, le dio un salto de calidad a una institución que hoy acaricia un presente en grande, pero que no olvida sus raíces barriales.

Sus 630 empleados generan fuente laboral a familias del distrito. La llegada de las sociedades anónimas deportivas podrá provocar enormes daños en clubes como Lanús, que crecieron con un enorme esfuerzo y cumplen un rol social fundamental para los vecinos y la comunidad en general.

Luis Chebel es el hijo de Emilio, quien supo ser presidente del Granate en el periodo 1994-2000. Su padre fue uno de los protagonistas y fervientes opositores al primer intento de sociedades anónimas deportivas que, el presidente de Boca Juniors de aquel entonces, Mauricio Macri, buscaba materializar. Esta lucha desembocó en una votación en AFA, en la cual se determinaba si se aprobaba o no el ingreso de los capitales externos a las sociedades civiles. La respuesta fue contundente: 39 a 1, con el voto de Macri en soledad. Una lucha de más de 25 años que tiene a Lanús como protagonista y al mismo adversario, pero esta vez, en 2018, como conductor de los destinos de la nación.

El directivo cree que, al menos por ahora, será difícil que el modelo de las SAD se imponga en el país, por cuestiones culturales, pero de todos modos optó por no relajarse. “Por el momento, no veo viable la privatización de los clubes, pero sí la noto como una amenaza que se encuentra más latente que nunca”, declaró.

El vicepresidente primero del Granate enumeró los serios conflictos que puede causar el arribo de capitales externos y especulativos a entidades como Lanús. “En sociedades anónimas se perderán todos los deportes que no son redituables, es decir, todas las actividades menos el fútbol, que genera ingresos positivos. Además, estaríamos ante un club socialmente mucho más reducido, que cerraría por la tarde y en vez de socios tendría clientes. Me cuesta y no quiero imaginar lo que sería la vida así”, se lamentó.

El joven dirigente de 38 años entiende que para tomar una real dimensión sobre la importancia que tiene el manejo de los clubes como sociedades civiles sin fines de lucro, se debe recordar su surgimiento, su historia. “Los clubes son una construcción social, que data de finales del siglo XIX y principios del XX, cuando una cantidad enorme de inmigrantes de diferentes nacionalidades vinieron a la Argentina para conformar entidades deportivas”, contextualizó. Y agregó: “Estas diversas instituciones lograban que cada una tuviera sus propias cualidades. Los clubes hoy son el reflejo de esa época como una inclusión de naciones, que buscaba calmar y amalgamar la heterogeneidad de la composición social en tiempos de guerra y conflicto”.

Respecto a la gestión, Chebel revela que “en Lanús, la venta de jugadores y de entradas y los ingresos de televisación se derraman para el mejor funcionamiento del resto de las actividades amateurs que no pueden solventarse por sí solas. Esta iniciativa genera, además de numerosos deportistas, una contención social muy importante en el barrio”.

Además, se reusa a ver a Lanús como una empresa.  “Creemos en un club que le brinde la mayor cantidad de beneficios posibles a sus socios, hinchas y vecinos. Si permitimos el ingreso de las SAD generaremos unas condiciones de competencia desiguales y para eso ya están los equipos grandes”, enfatizó.

Por último, Chebel aseguró que desde la institución del sur se luchará fervientemente para que el modelo de sociedades anónimas deportivas no triunfe: “Somos un gran ejemplo y un foco opositor a la privatización de los clubes argentinos. Está a la vista los resultados deportivos y de gestión que tiene el club. Sí así estamos bien, ¿por qué cambiar?”.

Foto: Desgrabados.