Edgardo Depetri: «Grindetti no quiere discutir por qué la desocupación se duplicó en Lanús»
Por Federico Arcelli y Daniel Riera.
Cae el sol en el barrio de Remedios de Escalada, mientras Edgardo Depetri abre un paquete de galletitas para compartir y calienta el agua para el mate. Al mismo tiempo y sin la intención de pasar desapercibidos, su perro Mac y su gato Néstor juegan y se divierten por toda la casa. El mate en la mesa, casi como un árbitro que le da el pitazo inicial al partido, permite que arranque la entrevista. Depetri, además de ser un vecino de Lanús, es precandidato a intendente del distrito por la lista 2 del Frente de Todos.
-¿Está satisfecho con su campaña? ¿Cómo es la recta final?
-Hemos hecho una enorme campaña, al estilo que nos caracteriza desde que milito en el movimiento obrero, que es asamblearia: promover debates con los vecinos, las vecinas. Me parece que hemos trabajado con la conciencia de que somos parte de un debate de la Patria. Sentimos el acompañamiento de los compañeros que están dando la pelea nacional y provincial. Hemos caminado y hemos podido hacer un discurso que polarice los dos modelos, los proyectos que se disputan en la sociedad. Internamente nos cuidamos muchísimo de no tener un discurso descalificador con ningún compañero que participe de la interna del Frente de Todos. El enemigo es Grindetti y Macri. Si nos toca ganar, como creemos que viene la construcción para la lista 2, los vamos a convocar. Queremos sumar y construir voluntades. Las PASO son una etapa, las elecciones generales son otras, y ahora hay que enfrentar el desafío de vencer a Grindetti. Esperamos también que en la provincia Axel (Kicillof) le gane a Vidal y que Alberto Fernández y Cristina (Kirchner) le ganen a Macri.
-¿Encontró en su campaña algún problema en la zona que no tenía previsto?
-Cuando fui candidato a concejal, en 2017, hice una campaña bastante similar. Lo que cambia es el espacio en disputa. La crisis ya se sentía en 2017, pero estaba un poquito más maquillada con obras, inversiones, había más presencia del municipio en los barrios con planes sociales, la inflación no golpeaba tanto y los salarios más o menos le empataban… Era el momento más alto de Cambiemos y tal vez el momento más crítico y problemático nuestro. Estaban las denuncias de corrupción, Cristina yendo a tribunales todas las semanas, toda esa campaña de hostigamiento tuvo su pico alto en 2017. En general, la dirigencia política pensaba que iba a haber macrismo por 20 años y que el kirchnerismo había sido una anomalía, una hoja en la tormenta. Y creo que nosotros lo enfrentamos a pura militancia, a puro corazón, defendiendo un proyecto, y eso nos dio una base que hoy nos permite disputar con posibilidades el poder. La diferencia que veo es que ahora la crisis se ha agudizado…
Por algo hay cuatro millones más de pobres en la Argentina: muchos de ellos son de Lanús»
Por algo hay cuatro millones más de pobres en la Argentina: muchos de ellos son de Lanús. Hay un deterioro del salario, de la jubilación, no hay un mango, hay una parálisis que se mide en la recesión, en la caída del sector industrial. Acá en 2017 no estaba la caída de la ex Nidera, por ejemplo, que se llevó 300 familias, ni la de Papeltex, que se llevó 200… no estaba el derrumbe salarial del 30 por ciento, el salario que no alcanzaba para llegar a fin de mes. Todo ese piso social que había dejado el kirchnerismo en el 2017 estaba y ahora no está más. Esos diques se derrumbaron y hoy la pobreza y la miseria se desbordaron en la falta de olla, en la falta de comida, y por eso me parece que el macrismo está más debilitado, y no por casualidad estamos bien en el Gran Buenos Aires. En la recepción de la gente estamos mucho mejor que en 2017. También entramos en un proceso político más consolidado, tenemos más consolidada la fuerza política con el Frente de Todos. Hay un avance organizativo de los sectores populares que no lo teníamos en 2017…
-¿Qué le decía a la gente que dice que a Macri no se lo banca, pero Grindetti no tiene la culpa, que hizo obras…?
-Esa es una verdad relativa, porque Grindetti es Macri. Y Grindetti hizo obra, pero te tomo una para analizarla: las luminarias. Endeudó al municipio con las luminarias. Tomó créditos por 750 millones de pesos, de los cuales la mitad, un poco más de la mitad fueron a las luminarias.
Las luminarias se compraron en China, con un negocio de la familia presidencial, y Grindetti prescindió de comprarlas en Lanús a empresas de Lanús que le ofrecían la misma calidad y mejor precio»
Y las luminarias se compraron en China, con un negocio de la familia presidencial, y prescindió de comprarlas en Lanús a empresas de Lanús que le ofrecían la misma calidad y mejor precio. Ellos usan el libremercado, sobre todo si son negocios de los amigos. Hizo las luminarias, endeudando al municipio, y pagábamos 250 millones, vamos a pagar 350 con 200 de intereses. Obviamente al vecino le llega la mejora de la luminaria, pero la obra termina siendo un negocio financiero importante para los que le prestan el dinero a Grindetti, y mientras tanto rompe un proyecto productivo para Lanús, y deja afuera empresas locales. Hay que explicarle al vecino que Grindetti te muestra las luces Led y no quiere discutir las tarifas de la luz que le llegan a los vecinos a la casa, que han aumentado un 3000 por ciento, y que son impagables. Él es responsable político de eso. El quiere discutir las calles que se asfaltaron, pero no quiere discutir los pibes que están en la calle, que pasan frío, ni mucho menos las familias enteras que están en la calle cartoneando o revolviendo la basura para llevar un plato de comida caliente a su casa. Grindetti tampoco puede discutir las escuelas inseguras donde los pibes van a comer, que los docentes se encargan de mantener los comedores porque les llega poca comida y de mala calidad. Tampoco quiere discutir el problema de las salas, que están muy lindas: el otro día estuvimos en El Ceibo y veíamos una hermosa sala, bien hecha, muy linda, pero no hay pediatra y no hay remedios. El proyecto de patria del peronismo es crear trabajo, mejorar la calidad de vida de la gente. Lo más importante es que haya trabajo. Por eso Grindetti no quiere discutir que la desocupación se duplicó en el distrito: pasó del 6 por ciento al 12 por ciento en Lanús.
Grindetti no se hace cargo de la presión impositiva que el municipio genera aumentándole tasas a los empresarios, los comerciantes y los vecinos»
-Ni siquiera se pronunció ante las cierres de fábricas o las suspensiones…
-Las declaraciones de él van en consonancia con Macri, que dice que el país está mejor porque el precio de la soja repuntó y que eso va a traccionar la economía, que Vaca Muerta va a exportar gas y dentro de cuatro años petróleo, y que el turismo va a estar formidable, y bueno… Lanús no tiene nada de eso. Ni turismo, ni soja, ni petróleo, y la industria cayó el 14 por ciento si comparamos el primer trimestre de este año con el del 2018. Hoy informaban que la construcción cayó un 12 por ciento comparado con junio pasado. Ni hablar de las textiles, que están destruidas por la importación, ni de las curtiembres, que han sufrido un golpe durísimo. Grindetti tampoco quiere discutir el tema de los clubes de barrio asfixiados por las tarifas, ni mucho menos se hace cargo de la presión impositiva que el propio municipio genera aumentándole tasas a los empresarios, a los comerciantes y a los vecinos. Yo creo que esa idea de que Macri fue un desastre pero Grindetti no es lo mismo, es un pensamiento que existe en algunos vecinos, pero está en discusión. Depende de cómo encaremos nosotros la discusión.
-¿Qué prioridad le asignan los vecinos al tema de la inseguridad?
-Está al tope de la demanda de la gente. Vas caminando por los pasillos de Diamante, por Chingolo, por Escalada, por Gerli, por el centro de Lanús Oeste, y el tema principal es la inseguridad. Obviamente que hay una mirada de la gente que cree que resolvemos las cosas rápidamente con más patrulleros en la calle, con más mano dura, con jueces que bajen la edad de imputabilidad… La gente es consciente de que está el tema de la droga ahí, y que hay un vínculo confuso con quienes nos tienen que cuidar. La institución policial está cuestionada, la Justicia está cuestionada y la política en general. Es como que la inseguridad tiene un funcionamiento que se desentiende del Estado y de la sociedad, y hay una zona oscura que no tiene solución y que se profundiza y hay un agravamiento y la sociedad se siente indefensa porque nadie pone freno a eso ni puede resolver un esquema donde se sienta protegido. Ahí claramente hay una interpelación a nosotros, porque si el principal problema de la gente es la inseguridad es porque no está resuelto. No dicen “Estamos muy bien, ahora sí que nos sentimos protegidos”. El Gobierno está cuestionado y nosotros en cierto modo también porque nos ven y nos preguntan cómo lo vamos a resolver.
El cuestionamiento sigue estando. Hoy hay más robos que en nuestra gestión y sin embargo no se expresan tanto en los medios. Canal 13 no te los pasa por cadena nacional… Hay más denuncias en la Justicia por crímenes, robos, hurtos… No lo decimos nosotros, lo dice la propia procuración. Antes se hacía de la inseguridad un uso político con marchas en las que los dirigentes del PRO marchaban a la cabeza. La inseguridad actualmente tal vez no esté tan instalada mediáticamente como en otra época, pero en las demandas de la gente sí está al tope.
Hay que mejorar el salario de los policías, darles protección y mejorarles sus obras sociales»
-¿Cómo abordaría la cuestión, y por qué cree que aumentó la inseguridad?
-Hay temas que son municipales, y hay temas que son municipales, nacionales y provinciales. Obviamente, con que el intendente solo se enfrente con las bandas narcos de Lanús no alcanza. Necesitamos poner la estructura municipal en función de la provincia y de la Nación y armar con ellos un esquema represivo, de inteligencia, de seguimiento, de allanamientos con la Justicia y de encarcelamiento a los que trafican con la vida y la muerte de nuestros chicos. El narco es un delito trasnacional por el poder que acumula, por los recursos, por los vínculos y por la protección que tienen incluso de sectores de la Justicia o sectores de la policía o de la política. Nosotros no podemos negar eso. No obstante tenemos que intervenir y ser capaces de no sólo discutir las necesidades de infraestructura y de equipamiento para combatir eso. Obviamente, también con más patrulleros y con policías mejores pagos y bien equipados, con una inteligencia que persiga a las bandas armadas y organizadas. Hay que mejorar el salario de los policías, darles protección y mejorarles sus obras sociales. Hay que eliminar la droga como el principal elemento de destrucción de las cabezas y las conciencias de nuestro pueblo. Y obviamente que habrá que incorporar a la comunidad en este debate, conocer también las relaciones entre las fuerzas de seguridad que serán locales, nacionales, provinciales, tendremos que definirlo juntos. Ahí va a estar Axel (Kicillof) y necesitamos que su ministro de seguridad planifique, nos auxilie, nos ayude a contener esa demanda, como la Nación, que tiene todos los recursos, la tecnología y la capacidad suficiente para dar esta pelea. Tendremos que volver a los foros comunitarios, a los corredores seguros, a seguir planteando el botón antipánico, las cámaras de seguridad…
Si no funciona una fábrica, si no hay trabajo, es muy difícil que funcione una escuela, y mucho menos va a funcionar un club de barrio. Esas son las tres instituciones importantes.
Pero además, por supuesto, también vamos a discutir la inseguridad desde la justicia distributiva, pensar sus causas. Si no funciona una fábrica en un barrio, si no hay trabajo, es muy difícil que funcione una escuela, y mucho menos va a funcionar un club de barrio. Esas son las tres instituciones importantes. La salud es donde vas a curarte, pero la calidad de vida no la va a definir un hospital, lo va a definir un trabajo. Y si funcionan las fábricas en los barrios hay trabajo, y si hay trabajo hay una calidad de vida distinta para ese barrio. Si hay fábricas y hay salario, hay una dinámica social ascendente, el trabajo es el destino soñado y perseguido por la mayorías de la sociedad. Y después está la escuela: los pibes tienen que estar en la escuela, tenemos que garantizar que estén en la primaria, la secundaria, y la universidad, que tenemos una universidad hermosa. Y la otra institución es el club de barrio, que es fundamental, y ahí lo tenemos a Nicolás (Russo), que va a aportar mucho en eso. Como Estado municipal nos podemos meter mucho con la temática cultural en los barrios, a través de las orquestas infanto juveniles, el arte, la fotografía, la pintura, la poesía y el circo. Tenemos que volver a esa sociedad en la que el trabajo, la educación, la universidad y el entretenimiento eran parte del pueblo. Retornar a las fiestas populares en las que hasta se festejaban los 15 de una piba, los 18 de un pibe o distintos aniversarios. Para recuperar esa cultura de la solidaridad vamos a necesitar de trabajo y un Estado garante que lo promueva, ya que si no estamos nosotros domina el mercado y cuando eso sucede no hay lugar para todos. El mercado achica y deja afuera a la mitad de la población.
-¿Qué incentivos se puede generar para dar lugar a una Pyme o a la generación de fuentes de trabajo?
-Vamos a recibir un país destruido y Lanús no está ajeno. No somos municipalistas, sino parte de un proyecto nacional. Argentina está muy mal, pero es un país con mucha riqueza y con capacidad de recuperarse rápidamente. En 2003 asumimos con un 54% de pobreza, que en conurbano llegaba al 60%. Sin embargo, salimos y tengo fe que se puede volver a salir y recuperar la calidad de la vida de la gente. Tenemos un piso de acuerdo y tenemos que pensar en nosotros como sociedad. Existen 600 mil millones de pesos que se llevan los bancos por año. Ahí tenemos un recurso para derivar, sobre todo al buscar resolver la crisis en la que nos metió el gobierno de Macri. Se produjo el achicamiento del salario y es por eso que tenemos que recuperarlo por encima de la inflación. Debemos alcanzar un nuevo contrato social en el que potenciemos el consumo con ingreso en los sectores populares.
-¿Y los jubilados?
-Alberto (Fernández) sostuvo que aumentará el 20% y que volverá a la fórmula previsional anterior, lo que significa recuperar un ingreso por año que los adultos mayores habían perdido. En Lanús hay 100 mil jubilados, por lo que habrá 2500 millones de pesos más que ingresan al distrito. Eso es consumo porque los abuelos les compran juguetes a los nietos, los llevan a comer o ayudan a sus hijos. Hay que discutir la recuperación del salario y el mercado interno, poner a disposición la estructura municipal y discutir la emergencia alimentaria porque hay un sector importante que tiene hambre. El comerciante, a su vez, está preocupado porque tiene una tasa al 80%. Nosotros esperamos tenerla al 20 o 30 y desdolarizar las tarifas de luz, gas y combustible. Queremos ayudar a mejorar la rentabilidad de las empresas y para eso también será fundamental mejorar los salarios.
-¿Cómo está el problema del hambre en Lanús?
-La mitad de los pibes de las barriadas está con problema de alimentación; comen mal si es que comen. Se triplicaron los comedores comunitarios y la presión es muy fuerte. Los chicos preguntan más por la hora de la comida que por la hora del recreo. El Estado puede ayudar con recursos para invertir en el presupuesto. En vez de contratar en negro a empresas amigas del gobierno, que encima son de Capital, poner la inversión social en crear empleo en el barrio, a través de los pintores, gasistas o alguien que te levante una pared. El Municipio puede intervenir en lo administrativo, pero necesitamos incorporar mano de obra y recuperar la perspectiva del oficio en las barriadas. Vamos a crear empleo y a tener un Estado local, provincial y nacional próximo a la sociedad, un Estado amigo que intervenga en el conflicto entre el capital y el trabajo, entre la especulación y la producción, entre los que creen que el Estado debe garantizar los negocios privados y los que creemos que deben direccionarse los recursos hacia lo público. En Lanús tenemos cinco mil millones de pesos de presupuesto. Con el 10% que se llevan los bancos por intermedio de la especulación y la timba financiera, Lanús, Avellaneda y Lomas de Zamora podrían asfaltar todas las calles. Es un escándalo lo que está pasando y ya no te hablo solo de la deuda, sino del aniquilamiento en general del sector económico. La crisis en la industria pequeña y mediana lleva a una crisis profunda en el sistema, que provoca la pérdida de trabajo, pobreza y miseria. No va a a ser fácil, pero si todos aportamos y le otorgamos a la gente protagonismo, vamos a poder sostenerlo. Los vecinos nos demandarán con justa razón y nosotros resolveremos, a la vez que también convocaremos al pueblo para que también se haga cargo de los temas.
Tenemos que recuperar el poder para ser un puente a las generaciones que vienen»
-¿Por qué decidió ser candidato a intendente de Lanús?
-Lo pensé mucho en este tiempo. Había tomado la decisión en su momento cuando Máximo (Kirchner) y el Cuervo Larroque me pidieron que sea concejal en 2017 por decisión de Cristina. Nunca busqué un cargo, ni siquiera el de Diputado Nacional, ya que en 2005 firmé con Pérsico un escrito para sugerir que el lugar lo ocuparan Luis D’Elia o el Huevo Ceballos. Ante esta situación, Néstor Kirchner me llamó y me dijo que tenía que ser yo, no sólo por la cuestión de amistad, sino por mi condición de dirigente sindical. Fue ahí que acepté y ocupé la banca durante doce años, votando los presupuestos de Néstor y Cristina y ninguna ley en contra de los trabajadores. No tengo de qué arrepentirme, de hecho, fueron mis momentos más importantes y protagónicos. Lo mismo me sucedió en 2017 cuando asumí como concejal y ahora como precandidato a intendente. Los compañeros me propusieron como alternativa luego del clima de derrota que generó atomización. Hicimos un gran aporte en el Concejo con Natalia Gradaschi y Leandro Decuzzi, pero también construimos un día a día con la militancia, que estuvo a la altura y se puso al hombro el proyecto y la causa. Si bien cada espacio mantiene su individualidad, cada vez somos más “Todos”.
Es un orgullo para mí ocupar este lugar y también una responsabilidad»
Es un orgullo para mí ocupar este lugar y también una responsabilidad que la asumí en un momento particular de mi vida. Vengo golpeado hace cuatro años [se refiere al fallecimiento de su esposa], pero la vida te saca y te da. Ya fui abuelo de mi hijo David y ahora voy a tener otro nieto con mi hija Noelia. Me veo tranquilo, como un puente. Estoy convencido que tenemos que recuperar el poder para ser un puente a las generaciones que vienen, formar cuadros, potenciarlos y que también gobiernen. Jóvenes y no tan jóvenes que vengan de esa pelea contra el neoliberalismo, que defiendan su peronismo entendido como la creación del trabajo, el salario, el Estado presente resolviendo las demandas más inmediatas. Ojalá podamos coronar y conducir. Si logramos recuperar el distrito, la provincia y la nación, nacerá un nuevo tiempo histórico de recuperación.