Orsini ya es de Boca: se cerró el pase y no vienen Obando y Maroni

Nicolás Orsini selló su pase de Lanús a Boca. Al Grana, que tenía el 50 por ciento de la transferencia, le quedarán U$S 1.750.000. Boca no cederá a préstamo a Obando ni a Maroni: por el primero pidió Russo; por el segundo, tercian ahora Racing y Estudiantes. La negociación fue larga y el tiempo dirá quién ganó. Por ahora, el único recambio que tiene Lanús para José Sand es otro correntino: el pibe José López, un gran proyecto de 9, que ha demostrado condiciones pero por el momento parece un poco verde, sobre todo si consideramos que Luis Zubeldía acostumbra «llevar de a poco» a los jóvenes futbolistas.

¿Qué será de Lanús para el segundo semestre del año? ¿Navegará en la medianía, como lo hizo en el primero, o peleará arriba, como es su costumbre? La cátedra pide jugadores pesados, con experiencia, que se pongan la camiseta y jueguen. Un goleador que sea recambio y alternativa para el Pepe (Orsini era eso), un central (tenemos uno: Matías Pérez, a los demás ya los viste y padeciste), un cinco que se complemente con Belmonte (se dijo que habían ofrecido a Zuculini y que a Luis no le interesó: no nos consta). Tres titulares, en suma. Y tal vez no nos vendría mal un enlace, un tipo capaz de juntarse a tocar con De la Vega, o de tirarse más atrás y generar juego para los delanteros: algo así como Miguel Almirón, o como lo que terminó siendo Marcelino Moreno… Vamos a decirlo con claridad, en el lenguaje del fútbol: un 10.

Por ahora, el Grana es pura incógnita, y empieza a tener urgencias. ¿Por el descenso? No, para nada: si en el fútbol argentino parece que no va a haber descensos nunca más, y aun si los hubiera, Lanús no está para eso. Las urgencias de Lanús pasan justamente por la calidad de los pibes que tiene, y por su posible valor de reventa. En un equipo que pelea campeonatos, esos pibes se valorizan. En uno que juega por el pancho y la coca, se devalúan. Nicolás Russo lo sabe. Y sabe también que los hinchas no festejan cuando el club gana el consabido «campeonato económico». ¿Cómo seguimos? Ojalá los dirigentes encuentren los nombres adecuados, sin hacer locuras pero también sin rifar prestigio. Vamos Grana.