Lanús perdió con Huracán, pero mostró que puede jugar bien al fútbol

Un primer tiempo con momentos brillantes. Una jugada colectiva extraordinaria para el primer gol. Una gran maniobra de Orozco para el segundo. Juego asociado, precisión en velocidad y una frescura que creíamos olvidada fueron el saldo del primer tiempo, tras el cual Lanús se fue 2 a 1 a las duchas. En el segundo, ay, la carroza se convirtió en calabaza. Huracán ajustó las marcas, le sacó la pelota a Lanús y se lo dio vuelta. Y así fue como un Lanús juvenil perdió en el primer partido del interinato de Rodrigo Acosta. En el primer tiempo, el Grana mostró que el cambio era posible. En el segundo, afloraron los viejos fantasmas. Hay un problema anímico que parece evidente. Lanús tiene que volver a creer en sí mismo. Por sobre cualquier cuestión táctica, el Grana tiene que recuperar la fe en sus posibilidades. Que así sea. ¿Nos bombearon un poco? Puede ser. ¿Nos caímos un poco? Es indudable. Si Lanús logra sostener en partidos futuros el rendimiento que tuvo en el primer tiempo, la salida de esta crisis está cerca. Fue un partidazo para los espectadores neutrales. Fue doloroso para nosotros, que queremos romper la racha de una vez. Vamos Grana. Con todo este miércoles, que tenemos que seguir en la Copa Argentina.