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La marcha, el odio, los héroes, los hipócritas, Cristina, el otro

Por Daniel Riera

Una enorme multitud marchó ayer para repudiar el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner. Seguramente ya lo sabés. Es probable incluso que hayas estado allí. Las fotos no nos dejan mentir. La multitud fue asombrosa y este cronista, de hecho, no logró entrar a la Plaza de Mayo ya que, básicamente, no había lugar para tanta gente. La militancia del Frente de Todos de Lanús, por supuesto, también se hizo presente: marcharon La Cámpora, el Peronismo Militante, Lealtad, Primero La Patria y otras organizaciones. Había en esa multitud una alegría que un análisis superficial consideraría sorprendente, dado el motivo por el cual se marchaba. Sin embargo, de sorprendente no tiene nada: la alegría del encuentro con los otros, la defensa de las causas que a uno lo movilizan, la certeza de que no nos han vencido, caracterizó desde siempre al movimiento nacional y popular. Permítaseme decir que no tengo ni la más puta idea de cómo se sienten los tipos que marchan con bolsas mortuorias o quemando barbijos o montando guillotinas. No, no la tengo, no me interesa tenerla. En todo caso, los que estamos enfrente de ellos somos felices marchando. Y eso que ayer, a primera vista, parecía difícil.

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A propósito, ¿cuándo le pide Grindetti la renuncia a Rivas Miera?

Incluso es difícil mantener esa felicidad. Ante las ratas que dicen que «estaba todo armado» o las que celebran el intento de asesinato, que son, no nos engañemos, dos variantes de la misma idea. Al fin y al cabo, si estaba «todo armado», pueden dejar libre al performer para que vuelva a hacer su performance. Y sí, estaba todo armado. Armado con una pistola Bersa con cinco balas. Una pistola de la cual los dos diarios más importantes de la Argentina publicaron un tutorial para explicar cómo se usa. En serio. Posta. Este pequeño medio de información local y pensamiento nacional no los va a reproducir, pero el lector puede localizarlos fácilmente en las redes sociales si lo desea. Por eso hablamos de «discurso de odio». Y en el Parlamento algunos se enojaron por eso. Y terminó saliendo una declaración con gusto a té con leche. Una pena.

A propósito, ¿cuándo le pide Grindetti la renuncia a Rivas Miera?

Tal vez lo más importante que hay que celebrar es que fracasaron en el intento. Y cabe decir algunas palabras sobre esa militancia: primero derribó las vallas con que un canalla intentó cercar a la vicepresidenta de la Nación. Luego capturó al tipo que quiso asesinarla y lo retuvo hasta dejarlo en manos de la policía. Vaya un abrazo al coraje de los compañeros Federico García y su amigo Matías, cuyo apellido desconozco. Se han ganado un lugar en la historia argentina siendo consecuentes con sus convicciones y poniendo en riesgo sus vidas por defenderlas.

Federico García.

A propósito, ¿cuándo le pide Grindetti la renuncia a Rivas Miera?

Marchar a la Plaza de Mayo fue hermoso. Porque es hermoso defender la vida. Es estar donde hay que estar. Sin embargo, yo no puedo sacarme de la cabeza la imagen horrorosa de la noche del jueves. Son esto. Si nos pudieran matar a todos, nos matarían a todos. No olvidarlo ningún día de nuestra vida. Son esto.

A propósito, ¿cuándo le pide Grindetti la renuncia a Rivas Miera?

Daniela Vilar, Luana Volnovich, Mayra Mendoza, Julián Álvarez y Jorge Ferraresi.

Escuchamos y leímos muchos repudios enérgicos de lo más hipócritas. No hace falta decir los nombres porque todos los conocemos. Casi cabía preguntarse quién hacía el repudio más enérgico. ¿ Los que vallaron su casa ? Los que tenían balas de plomo el sábado pasado?¿ Los que le iniciaron 534 causas? Los que la quieren meter en cana 12 años? ¿Los que la quieren proscribir? ¿Los que no la dejan hablar ni siquiera en un juicio en su contra?¿Los que proponen pena de muerte para ella? ¿Los que no dejaron entrar a Máximo a su casa?¿ Los que le querían pegar al gobernador de la provincia de Buenos Aires? ¿Los que dijeron «son ellos o nosotros»?¿Los que se jactaban de haberle incautado seis parrillitas a pobres laburantes? ¿Los que no le permitieron a Héctor Timerman viajar para tratar su cáncer? ¿Los que se robaron el cadáver de Evita? ¿Los que persiguen a Milagro Sala? ¿Los que quieren demoler el edificio del renunciamiento? ¿Los que bombardearon la plaza en el 55? ¿Los que nos proscribieron 18 años? ¿Los que masacraron a los compañeros en Trelew? ¿Los que hicieron desaparecer a 30 mil compañeros? ¿Los que se fueron en helicóptero dejando 40 muertos? ¿Los que mataron a Santiago Maldonado? ¿Quién de todos ellos hizo el repudio más enérgico? ¿Por qué no se van un poco a la concha de su madre ellos y sus enérgicos repudios? No tienen «discurso de odio». Son el odio.

Dicho sea de paso, ¿cuándo le pide Grindetti la renuncia a Rivas Miera?

María Pia López escribió: “Cristina no es solo Cristina pero es fundamentalmente Cristina. No es sólo ella: son las políticas distributivas e igualitaristas de doce años de gobierno, es la fuerza plebeya que la acompaña, es el amor desparramado en el pueblo, es la memoria de un país soberano, es la alegría de sabernos comunidad. Pero todo eso es fundamentalmente ella, lo encarna, lo sostiene, lo juega en su cuerpo. Por eso quieren matarla, para matarnos, para matar lo de insurrección popular que nos habita, para impedir que eso que deseamos, añoramos y memoramos tenga un cauce político que requiere su nombre».

Conmueve la multitud, siempre. Conmueve la foto panorámica pero conmueven sobre todo los planos detalle. Persona por persona, te das cuenta de que estás rodeado de buena gente. Persona por persona, te das cuenta de que si mirás bien la cara de ese otro no va a hacer falta que te expliquen los motivos por los cuales luchar. Los tenés a la vista. El jueves quisieron matar a la persona que enunció ese precepto en una frase bien sencilla: La Patria es el otro.