Con las manitos atrás: Lanús regaló un partido increíble en la última jugada
No lo toques, Julián Fernández. Que nadie te cobre penal. Las manitos atrás, que no te pegue en la mano. Dejalo que le pegue. Dejalo que haga el gol. La reputísima madre, ¿Qué es esto? ¿Qué quiere inventar este pibe? A los 49 minutos del segundo tiempo, Lanús regaló un empate que era justo. Porque con 10 jugadores (absurda expulsión del Chino Esquivel) había aguantado bien el partido, había manejado bien la pelota, más allá de que el árbitro, en claro afán compensatorio, anuló un gol legítimo a Instituto por hombro adelantado. Pero no se puede así, hermano. Si vas a jugar con miedo, Julián Fernández, no juegues, al menos no en Lanús. En Banfield, si querés. Capaz que uno está dolido porque se acaba de ir el Toto Belmonte. No te pedimos tanto, Julián Fernández. Nunca te lo pedimos. Pero defendé el punto, hermano, con uñas y dientes. No los dejes pegarle al arco, no les regales el partido. ¿Es mucho pedir? Perdimos 2 a 1 y perdimos mucho más que tres puntos. Dolió esto. Estamos recalientes.

