Lanús empató con Boca en un partido terrible
Más allá de que en términos matemáticos había que ganar o ganar si Lanús quería mantener la esperanza mínima de clasificarse, la verdad es que este empate de hoy a Lanús le sirve de mucho, sobre todo por cómo se dio. Porque el Grana se sobrepuso a la adversidad de un gol tempranero de Boca, en una jugada en la que Monetti se quedó parado pensando en que la pelota se iba afuera. Porque recuperamos a Sand, su potencia goleadora (esta tarde hizo su gol 301) y su fervor contagioso. Porque mostramos temperamento cuando las papas quemaron. Porque nos defendimos bien y lo pudimos haber ganado de contra. Lanús encontró un esquema y un orden, lógicamente teniendo menos la pelota que ante Barcelona de Guayaquil, pero lo cierto es que ahora sabe a qué juega y que este 4-4-2 llegó para quedarse. Dos extremos, dos cincos, dos nueves. Lo encontramos. Lo encontró Jorge Almirón. Campusano es de pegar, Facundo Tello es de no ver. Pero en fin, no nos quejemos. El VAR nos dio un gol que un línea caradura había entendido offside. Se hizo justicia. Por momentos la pasamos mal, por la jerarquía individual de algunos jugadores del rival. Pero nos defendimos en bloque, le dimos la pelota siempre a los de blanco y salimos rápido cuando se pudo. Lanús está volviendo y van tres partidos seguidos que juega bien al fútbol. Lamentablemente, los números ya casi no le dan para pelear el cuarto puesto en su zona, pero tiene otros dos torneos en los que sigue en carrera: la Sudamericana y la Copa Argentina. Jugando como hoy y como el jueves pasado, los va a pelear. Vamos Grana.