Gritalo tranquilo: ¡Laaaaaanús semifinalista de la Sudamericana! 3 a 1 al Rojo en Avellaneda y vamos por Vélez

Lanús se llevó un triunfo histórico en Avellaneda. Le ganó 3 a 1 a Independiente en el Libertadores de América y, si nos preguntan por el resultado moral, debió haber ganado por un par de goles más. Con goles de Belmonte, Sand y Orsini, se fue al descanso 3 a 0 y el segundo tiempo fue un trámite. «¡Levanten la cabeza y sigan!», le reclamó Lucas Pusineri a sus dirigidos, que deambulaban cabizbajos. Sólo Andrés Roa, que descontó a los 89 y había entrado unos minutos antes, le hizo caso.

A los 16, el primero de Lanús, a través de Belmonte, fue un golpe de KO. Pablo Hernández lo pensará la próxima vez que quiera tirar un caño en el área. De hecho, a los 17 vino el segundo: el interminable Pepe Sand. De pie, señores. PEPE SAND. A los 44, Orsini. La defensa de Independiente fue un desastre: Lanús aprovechó cada uno de los regalitos que recibió y tuvo por costumbre a lo largo de los 90 darle la pelota a los compañeros. Con eso, criterio y oportunismo, le bastó para darle un mandoble histórico al Rojo. Pudo haber sido goleada, fue un triunfo amplísimo en lo conceptual. Al partido le sobraron 73 minutos. Lanús mandó. El Grana quiere más. Está claro que tiene derecho a soñar.