En una desprolija sesión, el macrismo aprobó la licencia de Grindetti, que se fue a Independente y lo dejó a Kravetz
En una sesión escandalosa, el macrismo en el concejo deliberante aprobó la licencia de Néstor Grindetti para que se tomara 30 días de licencia en la intendencia de Lanús y asumiera como presidente de Independiente. En consecuencia, Diego Kravetz será el intendente al menos por un mes.
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Fue una sesión confusa, en el mejor de los casos, en la cual el bloque de Juntos x Lanús aprobó el interinato de Kravetz, quien se sentó en su banca de concejal y votó por sí mismo. Una confusión reglamentaria entre votar la habilitación del tratamiento del expediente y votar el propio expediente se llevó unos cuantos minutos hasta que finalmente el macrismo decidió habilitar la votación nominal. La concejala macrista Silvana Recalde comparó la licencia de Grindetti con las de Juanchi Zabaleta y Martín Insaurralde, omitiendo el «pequeño» detalle de que estos intendentes pidieron licencia en sus respectivos cargos en Hurlingham para asumir mayores responsabilidades en la Nación y en la provincia, y no en un club de fútbol. Acostumbrado a zambullirse sobre las granadas cuando sus superiores lo requieren, el concejal Omar López dijo que el gesto demostraba que Grindetti era un hombre probo y se refirió a los problemas de Independiente como si estuviera en una reunión de comisión directiva del club de Avellaneda y no en una del concejo deliberante de Lanús.
«La licencia de Néstor Grindetti es una muestra más de su desinterés total por la ciudad de Lanús, un capítulo más de sus ambiciones personales, y una falta de respeto a nuestros vecinos y vecinas», subrayó Julián Álvarez. En la misma sintonía se expresó Agustín Balladares. En medio de acusaciones y discusiones cruzadas, Diego Kravetz juró su interinato y el clima le arruinó la fiestita: recibió apenas tibios aplausos. Así quedó consumada la que tal vez sea la historia más increíble de estos ocho años de macrismo en la ciudad: la del primer intendente en la historia de la humanidad que abandona su cargo para presidir un club de fútbol.
