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El Rotilli fue una fiesta y Lanús empató la serie

En la noche de ayer, el Granate se recuperó y ganó el segundo juego de la semifinal de la Liga Argentina, en un Rotilli explotado los muchachos de Saborido se reencontraron con el juego que los ubica como los grandes candidatos a llevarse la serie y se van a Bahía Blanca con la llave igualada.

En este marco, Lanús supo resolver una batalla muy pareja, llena de emoción y ajustes tácticos, y gritó con todo el triunfo frente a Villa Mitre. El Granate logró imponerse, con un sprint final furioso, ante Los Guerreros. Ahora, el duelo se trasladará a Bahía Blanca, para el desarrollo del tercer round el venidero viernes.

El club de barrio más grande del mundo optimizó su prestación con relación a la caída del sábado, al ejecutar su aspecto defensivo con otra contracción y foco, así como corrigió la puntería en ataque, principalmente en triples al concretar once bombas. Además, el anfitrión exhibió aplomo y determinación para estampar un sprint 13-3 en los últimos cuatro minutos del juego.

La historia dispuso de un protagonista estelar en Lorenzo Capponi se comió la cancha con 24 puntos y sobre todo 6/10 en triples, secundado por el aporte de Joaquín Ríos con 17 tantos (4/9 en triples) y 3 rebotes.

El partido

La noche arrancó con un dominio del entorno de Lanús, que saltó con la sangre en el ojo y lo cristalizó en un comienzo intenso 8-0, que luego estiró a un interesante 13-3, con 5 minutos en el reloj. El dueño de casa clausuró 20-18 ante un Villa Mitre que padeció los tres foules acumulados de Pennacchiotti, que lo condicionaron para el resto del partido.

En el segundo capítulo se experimentó una merma en el volumen, en las transiciones, de ambos, por lo que el tablero apenas se movió 26-26, a falta de 6 minutos. Las pérdidas incomodaron a Villa Mitre (11), mientras que los tiros de tercera dimensión no fluyeron en el Grana (4/19) en ese primer tiempo que cerró arriba 41-39.

Tras las charlas en vestuarios, se vivió un lapso de tránsito elevado en el parquet, con los aciertos de 6.75 metros en Lanús (4/10), en las manos de Capponi y Ríos, lo que empujó a adquirir una renta positiva 57-46, más allá de una sensación de predominio del Grana, el segmento se culminó 64-59 para el local.

El último episodio brindó un tobogán de emociones. Lanús amagó con manejar las riendas del trámite al marcar 72-63, a los 3 minutos. Empero, el Tricolor volvió otra vez, con la gravitación de Pennacchiotti para juntar defensas y repartir el juego, así empardó el tanteador 74-74, cuando restaban 3:55 minutos.

En ese instante de tensión, el equipo de Saborido endureció la defensa, con mayor comunicación, cambios múltiples y congestión de la pintura, Capponi activó tres bombazos decisivos, dos de ellos con falta incluida, y Lanús disfrutó del rendimiento adecuado en el momento justo y decisivo, por lo cual pegó un alarido de alivio por el triunfo necesitado.