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Ezequiel Carboni: «Somos Lanús y estamos capacitados para pelear y ganar la Sudamericana»

Por Daniel Riera. Fotos: Mailén Cervera.

Prácticamente ningún jugador de Lanús (quizás alguno de los lesionados lo haga, el resto no) mira el partido por el tercer puesto del Mundial de Rusia entre Bélgica e Inglaterra. Desde luego, no es que a los jugadores no les guste el fútbol, sino más bien todo lo contrario: es que en la mañana del sábado 14 de julio, el Granate entrena duro y parejo, con vistas al partido que jugará el martes 17 en la Fortaleza ante el Junior de Barranquilla por la Copa Sudamericana. Ezequiel Carboni, el entrenador del equipo, tuvo esta vez algunos refuerzos importantes, pero también sigue padeciendo la sangría de futbolistas de aquel equipo que peleó hasta el final la Copa Libertadores. Del Lanús que pasó y del que viene, de lo que llegó y de lo que falta, de cómo quiere que juegue y de cómo juega, y hasta del fútbol que vio en el Mundial, habla en esta charla con La Unión de Lanús, donde no se calla nada y responde con absoluta sencillez y franqueza, sin cassette y con conocimiento de causa.

-¿Cuál es tu balance del semestre pasado? ¿Cómo esperabas que te fuera y cómo pensás que te fue?

-Después del subcampeonato en la Copa Libertadores, era sabido que se iban a ir muchísimos jugadores. De golpe nos encontramos que teníamos que subir muchísimos juveniles, y no sólo subirlos sino hacerlos jugar, a chicos que no estaban preparados. Así y todo, por el trabajo que tenían y por todo lo que habíamos trabajado con ellos, y conocían todo lo que yo quería, la fui sacando adelante, pero seguramente que no fue fácil. Los objetivos que nos propusimos eran hacer debutar juveniles -quizá no tantos como terminó sucediendo- pasar el partido de Copa Sudamericana con Sporting Cristal porque queríamos tener una copa internacional para jugar en el segundo semestre del año y no nos podíamos permitir quedar afuera, lo logramos. Después consolidamos juveniles: Marcelino Moreno, Carrasco, Lodico, capitalizar de nuevo el club, porque las últimas transferencias del club eran compras o reventas. Hacía mucho que el club no podía vender jugadores de la cantera, y bueno, si bien no han vendido pudimos darle ese patrimonio. Y después tratar de hacer la mayor cantidad de puntos posible, que ahí es donde nos queda una cuota pendiente. No hemos perdido demasiado, perdimos sólo 4 partidos sobre 16, 17, pero no nos tocó ganar mucho: empatamos seis partidos seguidos. quizás siendo superiores. Y en el medio estaba el clásico, que no nos podíamos permitir perderlos de ninguna manera, lo queríamos ganar a toda costa y estábamos mentalizados para eso. En el transcurso del partido, si tenía que haber un ganador era Lanús con seis, siete situaciones situaciones claras y Banfield prácticamente no nos pateó al arco. El balance, creo, es más que positivo. Nos arreglamos con lo que teníamos, han jugado chicos que en la lista eran para darlos a préstamo o para dejarlos libres, y han jugado en Primera. Este semestre tenemos cuatro o cinco incorporaciones, algunas que hemos pedido. No ha llegado todo lo que hemos pedido, pero bueno… Somos los que estamos y estamos ilusionados en hacer un buen semestre.

-Dijiste que no llegó todo lo que habías pedido. ¿Qué o quién te hubiera gustado que llegara?

-Todavía no cerró el mercado y posiblemente esté llegando un marcador central izquierdo.Todos los que tenemos son derechos. Después de la ida de Braghieri hemos jugado todo el semestre con centrales derechos. Sabíamos lo que lo íbamos a sufrir, o lo que el club iba a sufrir. Rolando García Guerreño y Marcelo Herrera para mí han alcanzado el máximo nivel desde que llegaron al club, han jugado 10, 12 partidos de alto nivel y estoy muy contento con ellos pero no tenemos recambio. Entonces puede llegar a venir un marcador central zurdo y también un volante central, tras la ida de Marcone. Vino Sebastián Ribas, un delantero que habíamos pedido, pero se lesionó y es una baja importante.

-Ya que mencionaste la llegada de Ribas… el equipo generaba situaciones de gol, pero le costaba convertir, ¿verdad?

-Sí, la verdad es que hemos generado bastantes situaciones desde el juego, y por una cosa o por otra… No digo que faltaba un 9, pero sí que no teníamos ese referente de área… Bruno [Vides] lo hizo muy bien pero no es 9 y no estaba acostumbrado a jugar ahí. Así y todo no tengo nada para recriminarle, porque ha dado todo en cada partido, pero sí creo que ese referente de área, a mi manera de jugar, nos ha faltado. Por eso mismo han llegado ahora Sebastián [Ribas] y Fernando Coniglio, que son dos jugadores importantes.

Me gustaría un poco más de vértigo de tres cuartos para arriba»

-¿Cómo te gustaría que jugara Lanús? ¿Qué esquema tenés previsto para lo que viene?

-Algo parecido a lo que se vio. Me gustaría para mi equipo un poco más de vértigo en algún lugar de la cancha, pero me gusta proponer, salir jugando, tener paciencia. no saltar líneas, tener mucho movimiento para ir progresando en la cancha es lo que me gusta, lo que pregono… En algún partido se vio, o en algunos momentos de partidos se ha visto, y eso es lo que entrenamos. Me gustaría un poco más de vértigo de tres cuartos para arriba, pero también necesitamos las características para poder lograr eso. Por eso estamos  probando con Marcelino Moreno, metiéndolo adentro como un volante para que nos de ese vértigo y ese cambio de velocidad que hasta ahora no teníamos. Buscamos eso y ser más determinantes en ataque, porque vos podés jugar bien, podés crear, pero si no concretás, el fútbol argentino está muy parejo y pagás en tu arco. Entonces necesitamos ser un  poco más concretos en los últimos 15 o 20 metros.

-¿Cuál es tu lectura de este Mundial como entrenador? ¿Qué es lo que viste que te haya llamado la atención?

.-Los Mundiales marcan tendencia. Yo creo que en este no se vio ningún equipo con un gran funcionamiento. Lo que sí se vio muchísima jerarquía.

-Jerarquía individual, ¿decís?

-Claro. Se vio muchísima jerarquía individual en todo: definiciones, pases, control, uno contra uno… Creo que todos los equipos tienen una jerarquía impresionante: pienso en Bélgica, Inglaterra, Francia, Brasil, Alemania aún quedando afuera… Suplantaron un poco el funcionamiento con esa jerarquía individual, quizá se jugaba más desde la segunda pelota y después desde la recuperación y la segunda pelota jugaban. Y progresaban en el campo a través del pelotazo. Lo que pasa es que cada pelotazo es a destino, cada pase es a destino, cada control es a destino, tienen dos situaciones y hacen dos goles… La jerarquía de los futbolistas, para mí, suplantó al funcionamiento. Ahora, siempre que un equipo tenga funcionamiento va a tener más posibilidades de ganar. Hoy en el fútbol argentino, salvo River, Boca, Racing, Independiente, que compran y gastan 15 o 20 millones de dólares por mercado, nadie se puede dar ese lujo. Los equipos que no tenemos esos presupuestos  tenemos que arreglarnos con lo que tenemos: con juveniles, con un plantel muy corto, tenemos que trabajar mucho el funcionamiento de acuerdo con lo que le guste a cada entrenador. Y yo pregono el buen juego.

-Vas por la senda de Almirón, entonces…

-Yo diría que Lanús en los últimos diez años ha mantenido una línea. Con Schurrer, con el Mellizo, con Jorge… Es lo que más me gusta y lo que más saqué como jugador, y en todo este tiempo como entrenador de juveniles y de Reserva he pregonado esto. Mi metodología de trabajo está asociada a esto. Después si tenés jerarquía, si creaste dos situaciones concretás al menos una. O si tenés cuatro, concretás dos. Por eso creo que la jerarquía es determinante en todo equipo. Sin funcionamiento puede prevalecer. Con funcionamiento prevalece más. Ahora, si vos no tenés funcionamiento y no tenés jerarquía, quedate tranquilo que vas a perder todos los partidos. Esta es la realidad.

Ojalá que con los jugadores de jerarquía que llegaron podamos concretar las situaciones que creamos»

-Y del 1 al 10, ¿cómo lo ves a Lanús en funcionamiento y en jerarquía?

-Yo creo que la jerarquía hoy la tenemos, con algunos jugadores que han llegado, con el Laucha, con Herrera, con Esteban, con Guerreño, con Barrientos, con Pasquini… Con los jugadores que se han quedado, que no son muchos, pero han llegado Ribas, Coniglio, Pereyra Díaz… Han llegado jugadores importantes que uno ha pedido. Con eso y los juveniles que han dado sus primeros pasos, creo que el grupo está más compacto y con un poco más de experiencia. Llegaron los juveniles hace cinco meses, y casi sin haber pasado por el vestuario los tuvimos que poner a jugar. Así que creo que el funcionamiento será el que se vio el semestre pasado, pero mucho más ajustado, y ojalá que con los jugadores de jerarquía que llegaron podamos concretar las situaciones que creamos, que nos ha costado el semestre pasado.

-Parecería que los hinchas comprendieron este proceso, casi nadie te exigió resultados inmediatos…

-Sí, el hincha comprendió. Yo creo que Lanús en los últimos años viene consiguiendo cosas importantes, ha sido finalista de la Copa Libertadores y ha agarrado un proceso muy exitoso con jugadores de superjerarquía. Ahora bien, ese proceso exitoso con jugadores de superjerarquía que cobran muchísima plata te lleva a un déficit importante en lo económico. Por eso el club, desde hace seis meses, tuvo que achicar un montón de cosas. En ese contexto, la presión para un equipo, digamos mediano, como Lanús, nunca es la de salir campeón, pero sí estamos obligados a continuar con la senda ganadora que el club viene manteniendo en los últimos años.

Posiblemente el Junior nos espere»

-Hablemos del partido del martes. ¿Cómo juega el Junior y cómo le vas a plantear el partido?

-Estuvimos viendo bastante del Junior, el entrenador jugó cuatro amistosos y en los cuatro usó sistemas distintos y más que sistemas distintos, características distintas. Entonces desde ese lado, no sabemos bien con qué sistema nos van a jugar: puede ser un 4-4-2, puede ser un 4-4-1-1… De esos cuatro volantes, puede haber tres volantes de marca y uno externo, posiblemente Teo atrás de Ruiz, que es el punta…  Es un equipo rápido que maneja muy bien la pelota, con transiciones rápidas. Tenemos que estar muy atentos a las pérdidas nuestras porque salen muy rápido de contra, con un pelotazo, y después como todo equipo colombiano, tienen un buen pie. Se sueltan a jugar: quizás no tienen tanto preestablecido en cuanto al funcionamiento, pero como tienen buen pie encuentran siempre el pase por la movilidad que tienen. Así que ese es un poquito el aspecto ofensivo de Junior. En cuanto a lo defensivo, posiblemente nos esperen. Nosotros hemos trabajado de las dos maneras, presionándolos y esperando. Si logramos tener la paciencia y la verticalidad que estoy buscando para mi equipo, y somos determinantes en los últimos metros, los podemos lastimar. Sabemos que es un gran equipo, por algo peleó con Boca en la Copa Libertadores, es uno de los seis, siete que salieron de la Libertadores, pero bueno, no tenemos que escondernos, tenemos que poner la cara y seguramente haremos un gran partido.

Tenemos que acomodarnos con lo que hay»

-Buscás un equipo que toque pero que también juegue rápido…

-Yo quiero un equipo que tenga paciencia y que si tiene que dar la vuelta 30 veces por su propio campo, las dé 30 veces. Pero cuando rompemos la segunda línea de los volantes, necesito verticalidad. Quizás Marcelino Moreno por dentro nos pueda dar eso que por las características de nuestros jugadores, hoy no tenemos. Pedí los jugadores para hacer eso, no los trajeron y si bien quiero hacer lo que quiero, me tengo que acomodar con lo que hay. Si no hay que cambiar. Para cambiar hay tiempo, pero tenés que tener dos delanteros en el banco. Y se lesionó Sebastián. Entonces tenemos uno, así que tenemos que acomodarnos con lo que tenemos y lo que hay.

-¿Para que está Lanús hoy?

-Tenemos ilusión. Hay tres competiciones, tenemos ilusión de hacer un gran campeonato de Liga porque tenemos que sumar, está la Copa Argentina que arrancamos el 30 en la cancha de Arsenal con Douglas Haig, y la Copa Sudamericana que siempre es una ilusión. Más allá de que nos puedan tocar rivales fuertes, somos Lanús y estamos capacitados para pelearla y para ganarla. Trabajamos en el día a día con mi cuerpo técnico, tratamos de dar todo por el club, estamos mucho tiempo acá adentro y hemos pasado mucho de nuestras vidas acá. Hoy me toca estar a cargo del primer equipo y esperamos tener un gran semestre.

-¿Ya tenés los once para jugadores para el martes?

-No, la verdad que no. Todavía nos queda ver un poco la pelota parada, entre mañana y pasado termino de cerrarlo, me quedan un par de dudas.

Si se va Andrada, nos quedamos sin el mejor arquero del fútbol argentino.

-Si se va Andrada, ¿qué hacemos?

-Tenemos que salir a buscar otro arquero. Esteban es el mejor arquero del fútbol argentino, tenemos la posibilidad de que se vaya, el ingreso le va a venir bien al club, seguramente para él va a ser un crecimiento importante en lo deportivo, no hay que cerrarle las puertas, pero nosotros nos quedamos sin el mejor arquero del fútbol argentino. Sabemos lo que dio, lo que rinde y lo que puede rendir. Se fue Marcone, se va él y son dos futbolistas que para mí son irreemplazables. Así que iremos a buscar un arquero: no será Esteban ni mucho menos, pero bueno…

-Charlando conmigo sos muy juicioso, te parece lógico que se vaya Andrada, no le querés cortar la carrera, etc., pero me imagino que como entrenador la salida de jugadores importantes es un gran dolor de cabeza. ¿De verdad que no le decís a los dirigentes, a Russo, che, no pueden esperar seis meses para venderlo?

-Sí, claro. Se los dije y lo saben. Lo que pasa es que los jugadores tienen ofertas importantes y el club la plata la necesita. Porque si se hizo todo este ajuste que se hizo en estos seis meses y se sigue haciendo, es para acomodarse del gasto importante que tuvieron en los momentos exitosos. Entonces yo les puedo decir No lo reemplazo, no lo vendan, pero después viene la oferta, viene la plata y el club tiene que seguir adelante y tampoco le podés cortar la carrera al chico. Desde mi egoísmo, te diría que no se vaya, porque no hay reemplazo, pero para el club y para el chico son cosas que no se pueden parar estas,no dependen de mí y ni siquiera del club, porque después el futbolista se planta y te dice Escuchame, ¿cómo no me voy a ir? Está esta oferta, voy a ganar esto, me tengo que ir… Pasa en todos lados, pero para mí es un dolor de cabeza grande.