Volvió Lanús: 2-0 a Barracas Central y un fútbol que ilusionó a los hinchas

Granalegría en la Fortaleza. Porque volvió el Lanús que nos gusta. Fue 2-0 en la Fortaleza ante un pobre Barracas Central, pero el resultado no es hoy lo que importa -aunque siempre viene bien ganar, claro- sino cómo se lo obtuvo. Volvió Lanús, de la mano del entrenador que supo interpretar como nadie su filosofía. Volvió Lanús, que es una manera de decir que volvieron la posesión de la pelota, el juego a ras del piso, la aceleración sorpresiva en tres cuartos de cancha. Jorge Almirón probó una especie de 4-2-2-2: con Belmonte y Paloma Pérez conteniendo para que Valeri y Malcorra jueguen para López y Sand. Y funcionó, claro que funcionó, además con las proyecciones de Bernabei. Interesante, muy interesante lo que mostró el Grana hoy, con la yapa del chico Sanabria en el segundo tiempo. Para los que no lo vieron, digamos que en el primer tiempo el Grana hizo el gasto, los dos goles (el Flaco y el Pepe, cuándo no) y partido liquidado. Y que el segundo tiempo lo llevó sin brillo pero también sin sobresaltos, de modo tal que el 2-0 no fue «el peor resultado» sino todo lo contrario. Lanús jugó muy bien y mostró que tiene variantes de sobra. Hay alegría en la Fortaleza, hay ilusión, hay con qué. Oi oi oi oi… Se cantó, claro. Vamos Grana.