Lo más destacado del discurso de Alberto en el Congreso
Con un mensaje que duró 1 hora 20 minutos, el Presidente inauguró el 139º período de sesiones legislativas. La salud y la economía fueron dos ejes centrales del mensaje presidencial.
La gestión de la pandemia frente al coronavirus fue el primer tema que abordó Alberto Fernández en su alocución. En ese aspecto, resaltó el «logro de una Nación puesta de pie para superar adversidades», y agregó: «La lucha contra las consecuencias del coronavirus ha sido en todo el planeta más extensa de lo que se pensó, pero ni un solo día bajamos los brazos, ni ante el incremento de contagios ni ante la crítica injusta». En ese sentido, pidió «un aplauso de pie y sostenido» para los argentinos que ayudaron en la pandemia.
En 2020 Argentina tuvo un «logro inmenso» al evitar que se saturara el sistema sanitario, resaltó el Jefe de Estado frente a su tercera Asamblea Legislativa desde su asunción. «Afrontamos el incendio sabiendo que otros habían terminado con el agua», manifestó en referencia al COVID-19, y añadió que nunca se había lanzado una política de alcance «sanitario, social y económico» como la diseñada para paliar la crisis que generó la pandemia. Entre otras medidas, mencionó la Tarjeta Alimentar, el IFE, las disposiciones para evitar despidos o ayudar a empresas a pagar sueldos, así como la entrega de medicamentos gratuitos a jubilados. Además consignó que durante el año pasado se redujo en «18 puntos» la inflación heredada en 2019 y destacó que el Estado recuperó «la capacidades de fiscalización que habían mermado durante la gestión que nos precedió».
Tras ponderar la Ley de Abastecimiento para garantizar que «los alimentos y artículos esenciales estén en la mesa de los argentinos», Fernández cuestionó ante la Asamblea Legislativa a los sectores que «amasan fortunas especulando con los precios», por lo que ratificó el objetivo de «hacer que los salarios crezcan y los precios se estabilicen». En esa línea, pidió al Congreso que «apure» el tratamiento del proyecto de ley de reducción del impuesto a las ganancias para el salario medio, que permitirá que «más de un millón de argentinos quede liberado de pagar» ese tributo, así como también los jubilados. También anunció el envío al Congreso de un proyecto de ley para desdolarizar las tarifas de los servicios públicos y «adecuarlas a una economía que tiene sus ingresos en pesos». Y concluyó que «la pesadilla de tener que decidir entre alimentarse y pagar servicios ha llegado a su fin».
En cuanto a la pobreza, que creció en todo el mundo a raíz de las consecuencias del coronavirus, indicó que «es una situación grave» que se va «a revertir» y afirmó que las medidas adoptadas permitieron que 2,7 millones de personas «no cayeran en la pobreza». Asimismo subrayó que el Gobierno «seguirá cuidando la mesa de las familias argentinas» y que uno de los principales objetivos de este año es que los salarios le ganen a la inflación. Respecto a la deuda, destacó que «con firmeza y esfuerzo» su Gobierno ha «logrado la renegociación de la tóxica deuda privada». «Es voluntad terminante e imperiosa que afirmemos el compromiso de no permitir nunca más que se genere un endeudamiento asfixiante a partir de la toma de créditos irresponsables», dijo. Seguidamente sostuvo que instruyó «para que se inicie una querella criminal para determinar quiénes fueron los autores de la mayor administración fraudulenta y malversación de caudales públicos de la historia», en alusión a la toma de deuda entre 2015 y 2019.
Otro eje central en el discurso que brindó Alberto Fernández fue el educativo. Sobre este tema manifestó que «sin salud no hay presente, sin educación no hay futuro» y señaló que su meta es, para cuando termine su mandato, alcanzar los estándares de la Ley de Financiamiento Educativa. También recordó que, durante el gobierno de Mauricio Macri, se redujo la inversión educativa de 6,1% del Producto Bruto en 2015 a 4,9 en 2019. Además destacó el reinicio de las clases en todo el país y anticipó que su gestión impulsará una «ampliación de la distribución de netbooks, un ambicioso programa de formación docente que permitirá mejorar las competencias digitales y una convocatoria para debatir una nueva ley de Educación Superior».
Entre los temas que también fueron incluidos en los 80 minutos de discurso presidencial aparecen la situación del Poder Judicial, que según Fernández está «en crisis»; los Derechos Humanos, que «volvieron a ser política de Estado»; la soberanía sobre Malvinas, acerca de la que enfatizó que «no hay lugar para el colonialismo en el siglo XXI»; y la integración latinoamericana, sobre la que resaltó: «Nuestro presente y nuestro futuro es con la Patria Grande». Además anunció la creación de seis parques nacionales, destacó la lucha contra el crimen organizado y la tarea de las fuerzas federales, se refirió a la inversión en ciencia en relación a la recuperación del crecimiento, y revalorizó la conectividad digital. Además mencionó la lucha contra la violencia de género y la prioridad que tendrá la obra pública «sin favoritismos ni exclusiones». El diálogo político fue mencionado como un tema relevante para la gestión de gobierno, aunque le pidió a la oposición que realice un «análisis introspectivo» y dijo que espera que «algún día hagan un mea culpa» para así «levantar los cimientos del país que han derrumbado» durante la el mandato de Mauricio Macri.
La apertura de sesiones ordinarias de este hoy estuvo signada por las pocas personas presentes en el recinto, con motivo de los protocolos por la pandemia, y por la ausencia casi total de momentos tensos con los legisladores de la oposición. El único altercado lo mantuvo con el diputado del Pro, Fernando Iglesias, quien buscó varias veces interrumpir el discurso del mandatario. «Usted tuvo 4 años para hablar», le respondió Alberto.

